Todo Chile Movilizado: Mapa Colaborativo y Ciudadano.
Vivimos un contexto nacional de movilizaciones crecientes, de ocupación definitiva del espacio público por una ciudadanía empoderada: la recuperación de la ciudad, de las calles. Simultáneamente, vemos la paralización de actividades y la toma de espacios como una colonización del espacio privado por la urgencia de lo público, del rol ciudadano y popular avasallando la cultura de la propiedad y el beneficio.
Este contexto, sin duda, está generando un nuevo mapa. Urge, ante tales acontecimientos, la necesidad de una representación de escala territorial: el traspaso de un clima de movimiento y agitación a una plataforma que nos permita visualizarlo de una forma màs clara y precisa.
Esta plataforma se plantea, entonces, con el enunciado hagamos una cartografía participativa del descontento social en Chile. Cartografía participativa, pues no sólo quiere involucrar a los usuarios sino que los necesita, pues sólo así llega a aquellos puntos alejados, renovados constantemente, invisibles desde un escritorio en una oficina. Y quiere ser una cartografía del descontento, de toda actividad que sume a esta movilización generalizada y popular.
El cacerolazo, como expresión màxima de esta generalización del movimiento, no tiene hasta ahora un registro claro, una visualización que nos permita comprenderlo en su real magnitud. Este mapa podría ayudar a no perder esa huella, a mantenerla viva y poder verla, quizàs, el dìa en que todo esto se detenga.
Un mapa, lo sabemos, nunca va a ser capaz de comprender un fenómeno como este en forma realmente fidedigna: estamos hablando, lo dije antes, de un "clima", de un fenómeno que se inscribe en un territorio, en un espacio, pero que ocurre a niveles que escapan de estas formas de representación virtuales e icónicas.
Sirve, sin duda, para visualizar el modo en que este clima opera sobre el territorio, colonizándolo, haciendo ver, en cada punto(celeste, liceo en toma; verde, cacerolazo; rosado, evento o suceso, etc...), cómo este es un nuevo foco, una nueva bandera, un espacio tomado, aunque fuera por un dìa o un momento, por esta ciudadanía nueva. Es un punto liberado del orden hegemónico, recuperado: es espacio público.
Es bello, en este mismo sentido, ver cómo el mapa, cada día, sigue creciendo. Aumentan las visitas y actualizaciones: una plataforma tan sencilla como Google Maps ha permitido que salgan a la luz cacerolazos en pequeños pueblos, liceos tomados en comunas periféricas, eventos que habían pasado desapercibidos. Cada usuario sube a la red lo que considera importante desde su contexto: es una trama glocal.
Es necesario utilizar estas nuevas formas de comunicación a favor de la democratización de los procesos y la información, a favor de la participación y la colaboración en la construcción del conocimiento y las actividades: se abren nuevas puertas para la ciudadanía y es necesario dar, desde ya, el pie adelante.
Aquí el link al mapa mismo.
http://maps.google.cl/maps/ms?msid=211171906574469823491.0004ab1e1705917a4e782&msa=0&ll=9.795678,-40.605469&spn=117.608747,228.339844
La Transhumancia de los Flujos: Hacia una Vivienda para la Post-Metròpolis.
Una sociedad de servicios, una ciudad atiborrada de posibilidades. Inmediata. La satisfacción de las necesidades y deseos está siempre a la mano, 24 horas al día. La ciudad ofrece alimento, abrigo, vida social, higiene, ocio, sexo: todo está ahí, tras los mostradores.
La ciudad es un escaparate de posibilidades inmediatas, todas las necesidades podrían ser cubiertas instantáneamente, y es en esta ciudad, donde todo está solucionado, donde las funciones de la vivienda comienzan a fragmentarse hasta desaparecer: el cocinar se diluye ante la irrupción del delivery y la comida rápida, las reuniones sociales se desplazan a lugares más propicios o cómodos, el habitar se reduce a su más mínima expresión.
La vivienda muta, y, como casi todo en el mundo contemporáneo, deja de lado los valores de significación, de memoria, y los cambia por comodidad, rapidez, versatilidad; se vuelve simple,adaptable, deslocalizada. Comienza a confundirse con la trama urbana, a simplificarse a sí misma para adaptarse a una trama de servicios cada vez más compleja.
A propósito de este mismo planteamiento, en 1986, el arquitecto japonés Toyo Ito ideó un proyecto para lo que llamó “la chica nómade de Tokyo”, que constistía en una vivienda móvil y transparente, cuyas únicas funciones serían la del reposo y el embellecimiento, y encontraría en la ciudad todas las respuestas a sus necesidades. Describiendo su proyecto, Ito planteaba: “Precisamente la muchacha que vive sola y que vaga por la inmensa llanura de los media llamada Tokio, es la que más disfruta de esta ciudad, pero, ¿qué es una casa para ella? El concepto de casa para ella está desperdigado por toda la ciudad y su vida pasa mientras utiliza fragmentos de espacio urbano en forma de collage”. (Toyo Ito, Arquitectura que pide un cuerpo androide)
La vivienda, de este modo, se reduce al lugar al que siempre se regresa (la reflexión cotidiana, humberto giannini), pues desplaza de sí misma todo lo que puede encontrar afuera en forma inmediata y fácil, a cambio del código universal que es el valor de cambio. En la ciudad de los flujos “el lugar de la casa no es más que la densificación de las líneas de trayectos, un nódulo, vórtice” (Iñaki Abalos, la deconstrucción de la casa), un hábitat desvinculado de cualquier función más que la más primordial: entregar cobijo.
Cuando Ito dice “la inmensa llanura de los media”, esta metáfora se acerca sorprendentemente a la figura deleuziana del espacio liso, (deleuze y guattari, mil mesetas) planteado, precisamente, como una llanura homogénea, surcada por recorridos y relaciones, pero carente de rugosidades, significaciones, puntos fijos. Es en este sentido que este planteamiento encuentra lugar en la ciudad contemporánea: un espacio desterritorializado, que todo lo ofrece a la mano, como un campo al que salir a recolectar, y regido por la movilidad y los flujos, como las sendas de los migrantes prehistóricos.
En esta ciudad lisa, topológica, nace una vivienda paleolítica para los transhumantes de los flujos de información y servicios.
Nace una nueva idea de vivienda: màs similar a dormir cada noche en un hotel distinto, o a pasar las noches en trenes, aviones y buses, que a una vivienda comùn, suburbana, actual. Nuestro prototipo es experimental y de carácter lúdico, responde más a una propuesta teórica y estética que una voluntad de convertirse en un proyecto real. Es una vivienda transportable, dúctil, adaptable, anónima. Se monta a àrboles, luminarias, postes de tendido eléctrico, se mueve con la necesidades del usuario, se desarma para volver a armarse un poco más allá: es la vivienda automática, la máquina de habitar.
Nuestra propuesta es física y a la vez teórica: es una forma práctica y experimental de abordar una pregunta investigativa. Es, para nosotros, la posibilidad de investigar no deteniéndonos para pensar, sino desde el ejercicio mismo de la arquitectura y la proyectación, que ràpidamente deviene instalación artística, arte urbano, acción en el medio. Es una acción simple y puntual, pero con un carácter múltiple en sus intenciones y propuestas.
Nuestro usuario, tal como Ito caracteriza a la chica nómade, actúa como un parásito, un ser que utiliza y se beneficia de los servicios que la ciudad ofrece: su living son los restaurantes o centros culturales, su estudio puede ser una librería o un cibercafé, su ropero, los lockers o guardarropías de supermercados o tiendas; almorzará en tiendas de comida rápida o estaciones de servicio, encontrará conexión wifi de algún establecimiento, parasitará cada espacio y beneficio que encuentre en su transhumancia por la ciudad de los servicios. Sin embargo, nuestro habitante es funcional a la trama urbana de relaciones de transacciones comerciales, trabaja, utiliza del comercio y paga por lo que este le ofrece, sin embargo lleva al extremo los beneficios que puede obtener de esta compleja trama de servicios y posibilidades.
Este habitar propuesto, esta forma de instalarse en el mundo, responde a las formas en que el hombre ha de adaptarse al medio ambiente que él mismo ha creado para sí, la metrópolis contemporánea, pero también es el correlato necesario de los cambios culturales y sociales que le acontecen.
Este hábitat es la expresión arquitectónica del individualismo posmoderno, de la satisfacción de los deseos particulares, del hedonismo, de la búsqueda personal. Su hábitat es individual, adaptable, su identidad está en lo que lleva consigo y en lo que busca, y no en un territorio ni en una historia colectiva. Se encuentra a sí mismo en lo que ve tras los mostradores, es el habitante de un mundo conectado donde todo vale en tanto mercancía transable.
Está listo para “(…) habitar una época en que la velocidad y el «fetichismo de la mercancía» han creado una tiránica unidad falsa que tiende a difuminar toda diversidad cultural e individual, de tal manera que «cualquier lugar vale tanto como cualquier otro». Esa paradoja crea «gitanos», viajeros psíquicos que se mueven por la curiosidad o el deseo (…)”. (la zona temporalmente
autónoma, hakim bey)
Nace una vivienda nueva, una vivienda deconstruida, casi la ausencia de la misma. Los flujos superpuestos, este nuevo orden universal en el cual la seguridad y el poder ya no están en la acumulación estática, sino en el constante movimiento, este mundo de líneas y trayectos, clama por un nuevo modo de habitar que se acomode a esta nueva forma de entender al hombre en la tierra. Una nueva forma, radicalmente distinta, de instalarnos en el mundo, de morar la post-metrópolis.
La Noche de las Cacerolas
Hoy al igual que ayer salí a cacerolear por mi barrio, la gente se congregó en Ejercito con Gay, había unas 20 personas y una pareja de saxofones que llevaba el ritmo de las consignas, cuando fuimos más de 40 comenzamos a marchar por gay hacia Carrera donde tomamos hacia la alameda llegando a Gorbea lugar de reunión del cacerolazo de ayer, en Gorbea no pasaba mucho pero ya sumábamos unas 60 personas, seguimos rumbo por Gorbea hasta Echaurren donde doblamos nuevamente hacia la Alameda hasta Grajales, ya debíamos ir por las 100 personas, mujeres, niños, abuelos, jóvenes, cacerolas, cucharones, saxofones, bombos! cruzamos la plaza Manuel Rodríguez y continuamos hasta ejercito nuevamente, a lo lejos en la Norte-Sur se divisaba un automóvil volcado, preferimos seguir nuestra marcha local y pacífica, las consignas pasaban a ser cumbias y canciones de protesta, subimos por ejercito hasta Domeyko, doblamos a la derecha y continuamos nuestra marcha invitando a los vecinos a sumarse.
Nuevamente tomamos Carrera /Grajales y volvimos a la plaza pero ahora para tomárnosla, a esas alturas el grupo bordeaba las 200 personas en el lugar pedimos un momento de silencio para que algunos hablaran, una vecina contó que conversando con otros amigos se les había ocurrido crear un grupo de facebook para que pudiésemos continuar organizándonos, que si bien esta movilización había comenzado espontáneamente, ya llevábamos 3 cacerolazos y la popularidad iba en aumento, siempre habían terminado pacíficamente se autorregulaban, el grupo se llamaría Barrio Plaza Echaurren, todos aplaudimos y continuamos la marcha, Latorre/Sazié/ Ejercito/ Blanco, "Vecino vecina salga a protestar, para que sus hijos puedan estudiar".
Habíamos hecho un barrido por todo el cuadrante del barrio que espontáneamente sabíamos nuestro barrio, en Blanco ocupamos 2 calzadas de la ruta y llegamos hasta República que vendría siendo el límite poniente, 300 personas, 3 bombos, cacerolas, pailas, moldes, cucharones, niños, niñas, papás, mamás, jóvenes, viejos, todos seguíamos marchando y cantando, los de avanzada guiaban al grupo pero no eran ni designados ni impuestos, eran espontáneos y cambiaban dependiendo del interés y el entusiasmo que le pusieran, tomamos Gay, pues en Toesca hay una comisaría y sabemos que los pacos incitan a la violencia, reacción que no nos interesa compartir.
Tomamos Gay/Latorre y nuevamente a la plaza, nos reunimos en el centro de la plaza, gritamos, un ceacheiiii, y pedimos silencio nuevamente, habló un vecino felicitando la convocatoria y proponiendo que continuáramos repitiendo estas manifestaciones pacificas y familiares, que para la próxima vez llegáramos con instrumentos musicales y nos preparáramos para manifestarnos porque esto continuaba, porque ya éramos vecinos organizados, que se haría el grupo de facebook y que ahora nos saludaríamos en la calle porque ya éramos todos amigos, todos conocidos, todos en buena onda, y estábamos organizados, hablaron 2 vecinos más de mayor edad muy emocionados, sentían recuperada la esperanza de tener un país más justo gracias a este movimiento de nuevas generaciones, terminamos con un gran cacerolaaaazo y convocamos a volver pacíficamente a los hogares, así fue, ni un solo disturbio, ni una mala cara, todos contentos, me fui hablando con David, vecino de Vergara que estaba muy emocionado al igual que yo por esta organización espontánea y luego me uní a Priscila estudiante de Zimbawe que vino de intercambio y vive en una pensión del barrio.
Santiago, 25 de Agosto de 2011
Caminadores de Ciudad
“Proponemos explorar nuevas formas de conocimiento de la ciudad. Ir debajo de su oficialidad y de las prácticas cotidianas que en ella se realizan para descubrir esa “ciudad otra”, todas esas miles de relaciones, ocupaciones temporales, sociedades nómades, movedizas, lugares bizarros, ambiguos, que existen y se gestan debajo de la formalidad de las ciudades, entremedio de sus edificios, en los intersticios, territorios en abandono, decadentes, comúnmente llamados sitios eriazos o elefantes blancos, que han quedado congelados en el tiempo, descontextualizados, ajenos al lenguaje contemporáneo, y desprovistos de una utilidad que vaya acorde al ritmo avasallador de la urbe. “
[Fragmento de un Manifiesto de nuestro colectivo]
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